Iniciativa. Qué cosa más díficil de lograr. Además que primero hay que respirar profundo y decir: "bueno, hagamos tal cosa", después hay que efectivamente pararse y empezar. Realmente díficil.
Es mucha la gente emprendedora, proactiva, esa "echada pa'lante" que hace veinte mil cosas con la vida y parece nunca cansarse o descansar. Dios mío, muéranse. O enséñenme. Porque sinceramente, no tengo ni idea cómo lo hacen. A mí se me hace que es un asunto genético o algo que les dieron de comer cuando chiquitos, no encuentro más explicaciones.
Sí, todos tenemos al menos la semilla de querer hacer millones de cosas, de empezar o terminar todo tipo de proyectos. Creánme, mi almohada lo sabe. Aunque tengo la fuerte sospecha que esos últimos diez minutos antes de dormir (llenos de promesas, ideas y resoluciones) sólo son una vil estrategia para calmar la conciencia y así poder dormir tranquilamente.