12 jun 2010

La pensadera

Si ud. anda en los últimos días con la terrible tendencia a pensar de una manera viciosa y posiblemente sin resultados, le recomiendo evitar las siguientes situaciones:

a) Por más acuático u obsesionado con la higiene que sea, procure bañarse lo más rápido posible. Tiempos largos bajo un chorro constante de agua provocan eleves largos y pensaderas en círculos.

b) A la hora de dormir, sólo vaya a la cama si tiene la seguridad que le faltan menos de dos minutos para caer dormido, si sus ojos no pueden más y su cabeza está silenciosa. Atención: si acaba de tener algún tipo de eventualidad, busque algo qué hacer (ver t.v por ejemplo) antes de irse a dormir, o sino probablemente su cabeza querrá masticarlo, regurgitarlo y volverlo a masticar hasta el amanecer.

c) Si usa regularmente el transporte público, vaya acompañado de música y disfrútela. Si no le es posible, y solo tiene para mirar por la ventana, trate de concentrarse en lo que ve: las calles, las personas, incluso imagínesele la vida a sus compañeros de viaje. En todo caso, no se eleve.

d) Conferencias y conciertos. Por más interesante que sea el tema o el espectáculo, si se trata de un evento que consiste en estar sentado, con la mirada fija y quieto, la tendencia a la pensadera aumenta. Intente pararle bolas al evento o converse con el de al lado, no permita que su cabeza acapare la atención.

e) Solución ideal e imposible: consígase un pensadero. 

2 comentarios:

  1. "Intente pararle bolas al evento o converse con el de al lado (...)"

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  2. Ojalá lo del pensadero fuera posible... sugiero también hacer ejercicios en los que haya que contar el número de veces que se hace algo o estar atento a la respiración. Eso también suele servir

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